Hay muchas películas que tienen anécdotas por parte de los actores, directores o equipo de trabajo. En este top 10 sobre películas "malditas" te contaremos de las que tuvieron más relevancia y repercusión dentro de la historia de Hollywood.
Comenzaremos con un filme que quizás no debería pertenecer a este ranking, pero la consideraremos debido a que, más allá de la película, la maldición está asociada al personaje. En Superman han sido muchos los accidentes que marcaron el destino de los actores que interpretaron al personaje:
Y, para finalizar, todos recordamos al mítico Cristopher Reeve, quien en mayo de 1995 se seccionó la médula espinal tras caer de su caballo en una competición ecuestre y murió nueve años después (a los 52) a causa de una falla cardiaca.
En esta película, más que una maldición, lo que sucedió fue un desacierto total por parte del director y la producción. La entrega retrata las aventuras del mítico Genghis Khan antes de su conquista mundial.
Para el rodaje, se trasladaron al desierto de Nevada, donde el paisaje es parecido al de Asia. El problema no fue el calor o la lejanía del lugar, sino más bien un grave caso de radiación, ya que el lugar fue ocupado por el ejército de los Estados Unidos para realizar pruebas nucleares solo una semana antes de que comenzara el rodaje.
La consecuencia de este hecho no fue menor, ya que 91 personas, incluyendo al elenco conformado por John Wayne, Sasan Hayward, Pedro Armendariz y Agnes Moorehead, además del equipo de grabación e, incluso, familiares que visitaron el lugar, desarrollaron a lo largo del tiempo distintos tipos de cáncer.
La Dimensión Desconocida fue una popular serie de TV en los Estados Unidos, donde se contaban historias paranormales o fantasmagóricas. Sin embargo, cuando se quiso hacer la versión como largometraje, durante el rodaje sucedió una gran desgracia. El famoso actor Vic Morrow tenía una escena con dos niños de 6 y 7 años. Mientras grababan, un helicóptero que sobrevolaba a baja altura no pudo evitar las explosiones pirotécnicas de la escena y terminó estrellándose.
Para desgracia de todo el equipo, las hélices decapitaron al más pequeño de los actores y al mismo Vic, mientras el otro niño murió aplastado. Peor fue para los pasajeros del helicóptero, quienes tuvieron que presenciar estas muertes, mientras ellos libraron solo con algunos rasguños.
En este mundo idílico fueron varios los accidentes que sucedieron en el set, comenzando con alergias cutáneas por el maquillaje de fantasía, sobre todo en el actor Jack Haley, quien interpretaba al Hombre de Hojalata.
Hubo también un incendio que provocó la pérdida de las cejas y las pestañas de la actriz Margaret Hamilton, quien interpretaba a la malvada Bruja del Oeste. En la grabación de su espectacular salida y desaparición en una nube de humo, el fuego brotó por el uso de polvo acelerante, sin embargo, para la tranquilidad de todos, el incidente no pasó a mayores.
Probablemente muchos pensarán también en la leyenda urbana sobre el suicidio de uno de los técnicos que trabajaban en el set durante la grabación. La historia cuenta que el editor no lo notó y el suicidio apareció en la cinta original. Para tranquilidad de muchos, esto fue negado por el productor Mervyn LeRoy, quien explicó que solo fue la caída de parte del decorado del fondo.
Varios fueron los accidentes que sucedieron durante el rodaje de la película de acción y suspenso El Cuervo, desde técnicos con quemaduras debido a descargas eléctricas, incendios en camiones del equipo, hasta un miembro del personal que cayó por el techo, rompiéndose varias costillas.
Pero las tragedias no pararon solo con eso. La muerte de Brandon Lee es considerada en Hollywood como uno de los accidentes más improbables de su historia. La joven promesa de las artes marciales, con tan solo 28 años, interpretaba a este oscuro personaje y durante la grabación de una escena de lucha en el set, recibió un disparo en el abdomen, muriendo en el lugar.
Luego del incidente, el actor Michael Massee, que interpretaba a Funboy y fue quien le disparó a Lee, quedó tan traumatizado que se alejó de la actuación durante un año y, al volver, nunca fue el mismo. Murió en 2016 de cáncer de estómago.
Varios fueron los sucesos que rodearon a esta macabra historia de terror. Para comenzar, la película se rodó en el edificio Dakota, que se encuentra frente a Central Park en Nueva York, lugar donde asesinaron a John Lennon. Además, dos personas del equipo, un actor y el compositor musical, murieron de coágulos al cerebro.
El productor, William Castle, luego del estreno del filme comenzó a recibir amenazas por el tono de este y al poco tiempo padeció una grave enfermedad en los riñones. Cuentan que, durante el tratamiento, en los momentos de profundo dolor, solía gritar «Rosemary, por el amor de Dios, suelta ese cuchillo».
Por su parte, Komeda, el musicalizador, no volvió a trabajar con Polanski, ya que en 1969 cayó de un barranco en Los Ángeles y sufrió hematomas que lo llevarían a la muerte a los pocos meses.
Además de los problemas y conflictos que tuvo Polanski con la producción o incluso los actores, lo que más se lamenta de la maldición de esta película es la trágica muerte de la esposa del director. La recordada Sharon Tate, quien con ocho meses de embarazo fue asesinada por la autodenominada “Familia” de Charles Manson. Los asesinos entraron a la casa y la apuñalaron en 16 oportunidades, en un oscuro episodio donde también mataron al grupo de amigos que se encontraban con ella aquella tarde, mientras Polanski estaba de viaje en Europa.
Una de las películas más famosas de mediados de los años 50 es Rebelde sin causa, un drama adolescente protagonizado por un elenco joven, el cual, pese a todos los pronósticos, no llegó a superar los 45 años; muriendo en distintos accidentes e instancias trágicas.
Para comenzar, el actor Nick Adams falleció con 36 años debido a una sobredosis de medicamentos recetados. Aunque la muerte fue registrada como suicidio, aún existe un halo de misterio, ya que sus más cercanos indican que Adams jamás habría sido capaz de hacer algo así.
Otro de los protagónicos, Sal Mineo, siguió su carrera en teatro. Años después fue acuchillado por un asaltante, quien perforó su corazón. Murió con 37 años.
Otra de las afectadas por la maldición fue Natalie Wood, quien con 43 años fue encontrada muerta en las costas de California bajo extrañas circunstancias. El capitán de la embarcación donde se encontraba junto a su esposo comentó a la policía las fuertes discusiones que presenció y hasta el día de hoy su muerte está registrada bajo la figura de “muerte indeterminada”.
Para terminar, una de las muertes más recordadas de la historia del Hollywood es la del icónico James Dean, quien tuvo un grave accidente de tráfico al chocar contra otro automóvil, quedando atrapado bajo los fierros de su Porsche 550 cuando iba rumbo a California por la ruta 466. Dean tenía tan solo 24 años.
Una de las películas más recordadas del terror clásico, La Profecía, es nuestro tercer lugar de películas malditas. Cuenta la historia de una joven pareja, quienes al perder a su primogénito, adoptan a otro recién nacido que resultaría ser el hijo del mismísimo diablo. Como si la temática del filme no fuera suficiente, alrededor del rodaje sucedieron muchos hechos sospechosos.
El productor, el guionista y el actor principal, Gregory Peck, fueron golpeados por rayos en pleno vuelo y con solo horas de diferencia unos de otros, mientras volaban de manera separada en sus aviones personales. Durante el rodaje también debieron lamentar la muerte del hijo mayor de Peck, el cual se suicidó.
El accidente automovilístico del encargado de efectos especiales, John Richardson, quien, si bien sobrevivió, tuvo que presenciar la muerte de su asistente, la cual quedó atrapada en el auto al costado de la carretera, en el kilómetro 66.6 de la ciudad de Ommen —la película en inglés se llama The Omen—.
En otro momento del rodaje, el productor Mace Neufeld invitó a parte del equipo a una comida en su hotel, el cual sufrió un ataque de bomba, lo que terminó con la mitad de los invitados hospitalizados.
Y si esto no parece bastante, el actor Gregory Peck, que fue uno de los que más sufrió pérdidas durante este periodo, suspendió un viaje programado en un avión comercial, el cual se estrelló, muriendo todos sus pasajeros. Al parecer Peck, no era el objetivo de la muerte durante este tiempo.
Una de las sagas más famosas en las películas de terror es El Exorcista. En este caso, ocupa el puesto número dos de nuestro ranking, debido a los misteriosos sucesos paranormales que rodearon el rodaje de la película.
Todo comenzó con rumores de los operarios sobre extrañas sombras que se veían en los sets. Días antes de comenzar la filmación, un incendio ocurrió en el decorado de la casa, el cual solo dejó en pie la habitación de la protagonista y donde tuvieron que lamentar la muerte de tres personas del equipo.
Como si esto fuera poco, el director de la película no pasó desapercibido. Gustaba de crear tensión en las horas de descanso de su equipo de rodaje, poniendo la música de la película Psicosis en altavoces, disparando al aire para asustar antes de grabar escenas o bajando la temperatura del estudio para que la respiración de los actores se viera en pantalla.
Sin embargo, lo más grave de todo ocurrió en la escena final de la escalera, donde el Padre Karras muere y recibe la extremaunción de su amigo, el Padre Dyer. Antes de comenzar, y considerando que no era suficiente la actuación, el director le dio una cachetada al actor para que su semblante y sus manos se vieran afectadas y temblaran en pantalla. Esto, sin mencionar los accidentes que sufrieron Linda Blair y Chris MacNeil durante sus escenas de acción, las cuales no fueron suspendidas ni editadas y lo que provocó graves y persistentes lesiones en ambas actrices.
En este caso, no solo resultó ser la película la maldita, sino que la saga completa fue perjudicada por una supuesta maldición. La historia la hemos visto muchas veces: comienza con la mudanza de una familia de los suburbios de California a una nueva casa que, sin saberlo, fue construida sobre un antiguo cementerio indio. Hasta aquí, todo normal, pero lo que vivió el elenco de la película es lo que la hace más memorable aún y merecedora de nuestro primer lugar.
Todo lo sucedido se atribuyó a la (¡pésima!) idea del director de utilizar cadáveres reales en una de las escenas del filme.
Para comenzar, Dominique Dunne, la joven actriz que hacía de hermana mayor de Carol-Anne, fue asesinada por su pareja, quien la estranguló hasta la muerte cuando solo tenía 22 años.
Otra de las protagonistas, la actriz JoBeth Williams, quien interpretó el papel de la madre, Diane Freeling, una vez estrenado el filme, comentó que durante el rodaje y al regresar a su hogar, encontró todas las fotografías y cuadros de su hogar en el piso.
El actor Julian Beck, quien dio vida al tenebroso reverendo Kane, padeció de cáncer al estómago, lo que finalmente le provocó la muerte antes de que se estrenara la película.
Durante el rodaje de la segunda parte de la saga, el actor Will Sampson, que también era un chamán real e interpretaba al mismo personaje, realizó una especie de purificación en el set, lo que tranquilizó un poco a la producción. Lamentablemente, luego del estreno de la segunda parte, Sampson tuvo que someterse a un doble trasplante de corazón y pulmón, al cual no logró sobrevivir debido a las complicaciones postoperatorias.
En el rodaje de la tercera parte también ocurrieron cosas extrañas y varios accidentes menores, incluyendo un auto que explotó en plena grabación de una persecución.
Para finalizar, y cuando se creía que nada peor podría pasar, llegó el turno de la pequeña protagonista Heather O’Rourke, quien interpretaba a Carol Anne Freeling. Antes de terminar la grabación de la tercera entrega y cuando tenía tan solo 12 años, en 1988, despertó con fuertes dolores, para luego fallecer en el hospital, con un fatal diagnóstico: estenosis intestinal.
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