Rye Lane: un amor inesperado y refrescante

No tiene demasiado sentido tratar de saber cuántas películas románticas se estrenan cada año, la respuesta es la de siempre: muchas, quizá demasiadas. Por ello es que resulta tan inesperado —incluso esperanzador— encontrar de vez en cuando historias del género que todavía sean capaces de sorprender. A continuación, puedes leer nuestra review de Rye Lane, una de esas películas que nos hacen volver a enamorarnos del amor.

Esta comedia romántica sigue la historia de Dom (David Jonsson) y Yas (Vivian Oparah), dos veinteañeros que cruzan sus caminos luego de haber terminado con sus respectivas parejas. Ambos no solo lidian con sus propias preocupaciones por sus rupturas, sino que también por las inseguridades personales que rodean su juventud antes de pasar a la adultez.

Narrativa clásica, humor moderno

El inicio de esta cinta no escapa de lo convencional. Al contrario, se mantiene en el estándar del género: dos personas se conocen, se enamoran y superan los problemas que tienen para estar juntos. Sin embargo, algo que Rye Lane logra de manera excepcional es tomar aquello que ya todos conocemos y agregarle pequeños toques de humor que le dan un nuevo aire a esta historia. Sus bromas y ocurrencias no se sienten forzadas ni fuera de lugar, tarea particularmente difícil cuando se trabaja con ironías propias de las generaciones actuales.

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La directora, Raine Allen-Miller, sabe utilizar muy bien los tiempos para generar situaciones cómicas sin perder la seriedad misma de las escenas y los problemas que viven sus protagonistas. Recuerda levemente a la comedia que Wes Anderson suele imprimir en sus películas, algo que se nota específicamente en los cortes abruptos entre planos y el personaje de Dom, quien, con sus silencios incómodos, logra aportar la cuota necesaria de ternura y gracia.

Una personalidad desbordante 

Otra de las virtudes que se ven desde el primer minuto es la clara idea estética que quiere proponer su directora. Toda la cinta está filmada con un gran angular que nos hace centrarnos en los estilosos alrededores de los personajes. Podemos encontrar colores que rebosan toda la historia: las vibrantes vestimentas de los personajes, interiores con luces de neón y escenas de ensueño llenas de vida.

En ese sentido, se utilizan de manera muy creativa los tiempos narrativos para crear secuencias en las que se cuentan los pasados de Dom y Yas, que de otra manera habrían resultado aburridas. Por ello, no tiene ningún miedo de pasarse al género de la fantasía por algunos momentos para explotar aún más esa personalidad con la que su directora ha debutado.

Una narrativa clásica, pero una película moderna. Eso es Rye Lane, una historia que no quiere ser más de lo que es: el cuento de amor que conocemos de las comedias románticas de los años 2000, pero adaptada a los tiempos actuales. Nos llevará de paseo por una tarde llena de estilo, humor y, sobre todo, una calidez que nos hará querer volver a enamorarnos.

Rye Lane se encuentra disponible en Star+.

A continuación puedes ver el tráiler de Rye Lane: