Un panda en África | Crítica: Una aventura para los más pequeños

Pocas veces los más pequeños tienen la oportunidad de disfrutar de una película enfocada por completo en ellos. En los últimos tiempos, las películas animadas han incorporado historias más complejas para hacerlas aptas para todas las edades, pero se han olvidado de aquellas narrativas simples, con mensajes claros y sin subtextos, ideales para que los niños comiencen a disfrutar del cine. Un panda en África es justamente eso: una oportunidad para los más jóvenes, y a continuación te contamos nuestra opinión en esta crítica.

En la lejana tierra de China vive Ping, un pequeño panda que juega todos los días con su mejor amiga, la dragona Jielong. Un día, dos animales extraños secuestran a Jielong para llevarla a África como regalo para el príncipe de los leones, con la intención de utilizar sus habilidades mágicas para acabar con el bosque de las hienas. Desesperado, Ping se aventura en su búsqueda, sin un plan ni mucha ayuda, ya que el tiempo corre en su contra, y cuanto más se aleja Jielong, menores son las probabilidades de encontrarla. Ping nunca ha salido de China ni conoce a otros animales; su conocimiento del mundo es limitado, pero se atreve a hacer lo necesario, enfrentándose a lo desconocido para salvar a su amiga.

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Lo valórico resalta en esta historia

Esta película narra el viaje de Ping por lo desconocido, donde también va descubriendo su lugar en el mundo, manteniéndose fiel a sí mismo, sin perder su amabilidad, carisma ni confianza, sin importar lo difíciles que sean los obstáculos. A lo largo de su travesía, Ping se enfrenta a diferentes enemigos que intentan impedir que llegue a su destino, pero, sobre todo, cuestionan su capacidad para lograr su objetivo, subestimándolo por ser un panda lejos de casa. Sin embargo, Ping demuestra que, con tenacidad e ingenio, no hay límites que le impidan avanzar.

Un panda en África es una historia sencilla con personajes divertidos y atractivos para cualquier niño. La trama es simple y la animación colorida, con detalles que generan simpatía por los animales. La película busca fomentar diversos valores a través de la historia principal y de cada animal que Ping conoce. Su amiga dragona descubrirá su fuerza interior, el mono aprenderá a forjar amistades basadas en la confianza, el príncipe león enfrentará los estereotipos y la hiena aprenderá que, sin importar quién seas, todos pueden ser amigos.

Quizás para el público adulto la película resulte predecible e incluso aburrida. No destaca por un humor ingenioso ni una trama novedosa, pero no es ese el objetivo de esta producción. Un panda en África está dirigida exclusivamente a los más pequeños, ofreciendo una historia segura y llena de valores para que comiencen a adentrarse en el mundo del cine.

A continuación, te dejamos el tráiler de Un panda en África.