Borderlands | Crítica: no se puede medir toda película con la misma vara

En 2009 se lanzó el videojuego Borderlands, que rápidamente logró aceptación por el público gamer, lo que provocó una seguidilla de secuelas. Tal ha sido su éxito, que este año llega su adaptación cinematográfica que, aunque tropieza en muchos aspectos, no deja de ser una película de la que se pueden rescatar algunos elementos. A continuación, nuestra crítica de Borderlands sin spoilers.

La película sigue a Lilith (Cate Blanchett), una cazarrecompensas que se une a un grupo muy extravagante para encontrar un tesoro en un planeta llamado Pandora, planeta desde el cual la misma Lilith se alejó cuando era una niña. Todo esto en medio de un contexto posapocalíptico, en el que este grupo poco convencional se enfrenta a distintas dificultades.

No todo se mide con la misma vara

Si hay algo importante que mencionar antes de criticar Borderlands, es que el contexto de la película es importante, es decir, no se puede medir toda producción cinematográfica con la misma vara; siempre hay puntos que se pasan por alto en los distintos géneros de este arte. Normalmente, a una película de terror no se le exige lo mismo que a una comedia romántica —por ejemplo—, porque son productos de distinto orden y lo más importante de cada una está basado en aspectos de su propia categoría.

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Siendo así, Borderlands se enmarca en un tipo de películas que lo que pretende hacer es entretener con acción y con humor. Eso se nota y, de hecho, lo logra muy satisfactoriamente. Su elenco es el mayor de los aciertos, ya que los protagonistas tienen un carisma intrínseco; hablamos de Cate Blanchett, Kevin Hart, Jamie Lee Curtis, Ariana Greenblatt, Florian Munteanu y Jack Black, quienes sostienen el peso de la trama y permiten que toda la película sea disfrutable.

Lo malo y lo feo

Sin embargo, pese a ser una producción que está atada al producto original —el videojuego—, queda la sensación de que no asume ningún riesgo en pro de mejorar la historia profundizando algún aspecto. El guion como tal es bastante plano y el nulo desarrollo del villano castigan a la película y le resta muchos puntos. Lo lamentable es pensar que sí había material del que sujetarse para entregar mayor profundidad a la historia.

Aunque claro, si la instrucción desde la producción era entregar una película dinámica, lo logra. Sin ir más lejos, tiene una duración de apenas 1 hora y 42 minutos, minutaje al que nos estamos desacostumbrando en la medida que han pasado los años.

Finalmente, la advertencia está hecha. No es una película apta para todo público, ya que pese a que es una historia desaprovechada, Borderlands sí entretiene, porque sí tiene mucha acción y humor, y el carisma y entrega de sus personajes eleva sus puntos ante un público que no necesite ver una historia profunda, pero sí divertida.

Desde este jueves 8 de agosto en cines.

A continuación, el tráiler oficial de Borderlands: