Ruido de fondo | Review: Un costoso ataque de nervios

Te invitamos a leer nuestra review sin spoilers de Ruido de fondo. Última película de Noah Baumbach, protagonizada por Adam Driver y Greta Gerwig.

Streaming 14 de febrero de 2023 Sebastián Sánchez Sebastián Sánchez

Ruido de fondo (2022) es una excéntrica comedia, que sirve a Noah Baumbach (Historia de un matrimonio, 2019) como desvío de sus intereses y patrones estilísticos, en busca de construir un relato que apele a temáticas más universales. La cinta adapta fielmente la novela homónima de Don DeLillo, pero sin lograr los mismos resultados a la hora de reflejar el temor existencial colectivo de las sociedades occidentales.

Jack Gladney (Adam Driver, El último duelo, 2021) vive una existencia americana estándar junto a su esposa (Greta Gerwig, Mujercitas, 2019) y sus cuatro hijos/hijastros, en la ciudad universitaria aledaña al campus donde se desempeña como académico en “Estudios de Hitler”. Luego de que un derrame de productos químicos provoque un “Evento tóxico en el aire”, la familia se verá obligada a evacuar y Jack a enfrentar su mayor miedo: su propia mortalidad.  

La familia Gladney en Ruido de Fondo | Netflix
La familia Gladney en Ruido de Fondo | Netflix

Considerando el estatus de infilmable que se había ganado la novela, Baumbach hace un trabajo sorprendente a la hora de trasladar algunos de los matices narrativos a la clave cinematográfica. Rompiendo con sus propios paradigmas estéticos, para tratar al concepto desde una óptica visual similar al vigor estilístico de Spielberg. Enfatizando en la vivacidad de los colores y las texturas de una artificiosa sociedad que intenta recrear vitalidad sintética para ignorar sus temores existenciales.

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Adaptando lo inadaptable

Ruido de fondo se podría resumir, de manera bastante somera, como una comedia sobre la catastrofización. Una reflexión invectiva sobre el efecto de las conjunciones azarosas del universo en las nociones existenciales colectivas. Aun siendo una epítome superficial del argumento, dicho nivel de economía narrativa aseguraría la fluidez de la cinta y la canalización de las ideas esenciales de la novela. De manera opuesta, Baumbach congestiona el metraje de una expansividad exasperante. Haciendo desfilar un ingente conjunto de eventos, personajes y conceptos.

Sin ahondar en las diferencias entre el cine y la literatura como formatos o las claves para materializar una buena adaptación, es claro que Ruido de fondo no entiende ninguna de las dos. Aun trasladando el consistentemente variable tono de la obra original, Baumbach parece no concebir que es incapaz de resumir la totalidad de los matices de la novela en su película.

Don Cheadle y Adam Driver en Ruido de fondo | Netflix
Don Cheadle y Adam Driver en Ruido de fondo | Netflix

Sería sencillo achacar la falta de suficiencia global a la desordenada estructura narrativa, al tipo de diálogo premeditadamente inorgánico o la comedia absurdista hiperespecífica. Pero, Baumbach logra calibrar por varios momentos el esotérico deambular de su historia, cuajando secuencias de verdadera excentricidad cómica. Aun así, Ruido de fondo nunca gana momento narrativo, ni alcanza picos emocionales destacables. A excepción de un par, los personajes son insoportables e incapaces de contagiar sus preocupaciones existenciales. Culminando en un último acto completamente escindido, insuficiente en entretenimiento, comedia o catarsis. 

Un chiste caro

Es entendible la intención de desafiar a la audiencia. Gran parte del atractivo de Ruido de fondo está en el reordenamiento ficticio de situaciones cotidianas y su recontextualización en el orden que presenta la cinta. El cómo asigna valor narrativo a eventos y elementos comunes, como las conversaciones ordinarias, la práctica del consumismo como pasatiempo o la relación con los medios de comunicación masivos. Y cómo estas ayudan a intentar apaciguar la incapacidad universal de suprimir el miedo a nuestra propia mortalidad. 

Fuera de dicho subtexto, pareciera que Baumbach estuviera interesado en exigir a los espectadores desde otro ángulo. El compendio de excentricidades, parece esconder un sardónico escarnio, con el que solo se regocija el director. La exageración, la falta de cohesión y el estiramiento de las secuencias dialécticas no tiene que ver con falta de pericia en la dirección, sino que con una intención de burla calculada. Una demostración de indulgencia premeditada cómica para Baumbach y todo pseudointelectual que crea entender su chiste. Una broma de 100 millones de dólares para sí mismo. 

Greta Gerwig en Ruido de fondo | Netflix
Greta Gerwig en Ruido de fondo | Netflix

Ruido de fondo es una experiencia frustrante. Tiene muchas cosas para decir, pero pareciera que no terminara por elaborar ninguna. El intento por usar la cámara como microscopio de los irracionales miedos ocultos occidentales, solo amplifica un extenso y estrafalario ataque de nervios, que hace poco por poner en perspectiva la necesidad desesperada de llenar nuestras vidas.

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Por Sebastián Sánchez

A continuación, puedes ver el tráiler de Ruido de fondo:

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