Amigos imaginarios | Crítica: la nostalgia de la infancia

 John Krasinski vuelve en la dirección de una película, pero esta vez regresa con una producción infantil. Amigos imaginarios es la nueva cinta del actor recordado por su rol como Jim Halpert en The Office. En esta nueva película dirige a Ryan Reynolds (Deadpool) y a la joven actriz Cailey Fleming. 

Tras pasar una experiencia familiar difícil, Bea (, una niña de 12 años, empieza a ver a los amigos imaginarios de todo el mundo que se han quedado básicamente en el olvido cuando sus amigos de la vida real han crecido.

Una película nostálgica 

Amigos imaginarios se centra en Bea (Cailey Fleming), una niña de 12 años que se resiste a la idea de admitir que aún es una niña. Pero la vida de Bea no ha sido fácil, su madre falleció y ahora su padre (John Krasinski) debe ser operado por temas de salud. Un padre que a pesar de su estado trata de hacer sonreír a toda persona que le rodee, sobre todo a su hija. 

Bea está quedándose en el departamento de su abuela. Un día observa a una extraña criatura, la sigue y descubre que es una "amiga imaginaria", así le se lo confirma Calvin (Ryan Reynolds). A Bea le gana su curiosidad e intenta ayudar a Calvin para que los "amis" no sean olvidados y así no desaparezcan. Es por eso que inician un casting para designarle un "ami" a niños y niñas de Nueva York. 

Poco a poco vamos viendo a los diferentes "amis" que son perros superhéroes, malvaviscos, astronautas, dragones, gelatinas y otras criaturas que combinan características humanas, de animales o de cosas.  

En Amigos imaginarios el protagonismo está totalmente concentrado en Cailey Fleming, quien cumple una buena actuación y que poco a poco se va soltando más frente a la pantalla. Por su parte, la interpretación de Reynolds se siente un poco condicionada por el guion. 

La película no parte con pasos convincentes pero a medida que avanza se va sujetando a medida que se va deshilachando el trasfondo de la historia, una que se mueve entre la nostalgia, la esperanza y la pérdida. Tal vez se concentra mucho en esto último, lo que da la sensación de percibirla no tanto para un público infantil. Si bien el relato va ganando sustento, aun así le falta más equilibrio en su argumento para hacerla una cinta emblemática. Falta más protagonismo de los amigos imaginarios, un mayor desarrollo. Así también, el largometraje tiene un cierre algo apresurado. 

En definitiva, Amigos imaginarios es una conmovedora producción, bastante nostálgica, con una buena actuación de su protagonista, pero sin embargo, es una cinta que no aprovecha del todo la presencia de los "amis" ni de Reynolds. 

Ve aquí el tráiler de Amigos imaginarios: